Un nuevo informe del Instituto de Asuntos Públicos (IPA) pone de manifiesto una tendencia preocupante: las tasas de abandono entre los estudiantes nacionales de las universidades australianas están alcanzando niveles récord. Pero este problema no es exclusivo de Australia.

Datos recientes de organizaciones como el NSC Research Center y el US National Center for Education Statistics (NCES) revelan que en todo el mundo están surgiendo tendencias de abandono similares, determinadas por las presiones económicas, el aprendizaje a distancia y el cambio de experiencias en los campus.

Tendencias mundiales de abandono escolar y retos para los estudiantes

En Australia, casi el 25% de los estudiantes nacionales que empezaron sus carreras en 2017 habían abandonado en 2022, como muestra el informe Fees for No Degrees de la IPA. El estrés económico y la sensación de falta de compromiso, especialmente tras el cambio a la enseñanza en línea durante la pandemia, son los principales factores que llevan a los estudiantes a abandonar sin completar sus estudios.

Del mismo modo, el informe NCES 2024 indica que el 23,3% de los estudiantes universitarios a tiempo completo en EE.UU. abandonan sin obtener un título, a menudo debido a la inestabilidad financiera, los problemas de salud mental y las presiones para compaginar el trabajo y los estudios. En el caso de los estudiantes a tiempo parcial, la tasa de permanencia es del 44,5%, es decir, más del 55% abandona, y la tasa aún no ha recuperado las cifras anteriores a la pandemia.

La población con algún nivel universitario y sin titulación (Some College, No Degree, SCNC) también va en aumento. Según el informe del Centro de Investigación NSC, en julio de 2022, la población menor de 65 años con algún tipo de estudios universitarios y sin titulación (Some College, No Credential, SCNC) ha alcanzado los 36,8 millones, un 2,9% más que el año anterior.

Aprendizaje a distancia y comunidad

Uno de los cambios pospandémicos más significativos es el auge de la enseñanza a distancia e híbrida. Originalmente una necesidad, la educación en línea ha seguido siendo un elemento fijo, que ofrece flexibilidad, pero a veces resulta en un menor compromiso y retención. Una encuesta de los CDC de EE.UU. reveló que sólo el 55% de los estudiantes se sentían cercanos a las personas de su centro educativo en 2023, frente al 62% en 2021.

Una encuesta Student Voice de Inside Higher Ed y College Pulse confirma la importancia de la participación en el campus para la trayectoria educativa del estudiante: el 78% de los estudiantes que no participaron en ninguna actividad extraescolar ni evento del campus no están satisfechos con su experiencia universitaria.

Para los estudiantes internacionales, que suelen ser uno de los principales objetivos de muchas universidades, las opciones en línea han supuesto un avance positivo. Sin embargo, para los estudiantes nacionales, puede disminuir su sentido de pertenencia, lo que se traduce en mayores tasas de abandono.

¿Y ahora qué?

El aumento de las tasas de abandono plantea una cuestión crítica a las universidades: ¿cómo pueden equilibrar la flexibilidad de la educación en línea con la necesidad de una cultura universitaria vibrante? Las soluciones pasan por modelos de aprendizaje híbridos que fomenten la participación presencial y servicios de apoyo específicos para los estudiantes en riesgo de abandono prematuro.

A medida que las universidades de todo el mundo tratan de hacer frente a estos retos, se centran cada vez más en crear modelos educativos que equilibren las necesidades de una población estudiantil diversa con el objetivo de mantener altas tasas de finalización de los estudios. Para los estudiantes, comprender estas tendencias puede ayudarles a tomar decisiones informadas sobre su futuro académico y financiero.